
El hematíe o glóbulo rojo tiene una vida media de 120 días, en situaciones adversas como por ejemplo enfermedades que causen déficit de oxigenación, el tiempo de vida suele acortarse. En este proceso de envejecimiento del hematíe al igual que en las enfermedades oclusivas arterio-venosas hay una disminución gradual del intercambio de iones y electrólitos, aumentando su densidad, su fragilidad osmótica y mecánica, disminuyendo su deformabilidad y también su tamaño.
El ozono y sus derivados, al regenerar las condiciones eléctricas de la membrana permite la recuperación de la elasticidad de los eritrocitos, permitiendo su paso a través de capilares de menor calibre, mejorando así las propiedades reológicas de la sangre, lo cual evidentemente favorece el transporte del oxigeno.
En resumen y en lo que a efectos sobre la sangre produce, puede resumirse en que aumenta el transporte de oxígeno a todos los tejidos mejorando el metabolismo celular. Mayor concentración de oxígeno igual a mejor rendimiento celular.
Otra de las propiedades del Ozono es el control sobre los radicales libres que se producen como consecuencia de la oxidación celular. Se definiría entonces como el mejor sistema para combatir la oxidación celular incrementando los antioxidantes naturales que el cuerpo humano es capaz de producir. Se trata de unas enzimas que van a frenar la acción tóxica de los radicales libres: Superóxido dismutasa, Catalasa y Glutatión Peroxidasa.
De esta manera estamos combatiendo el envejecimiento prematuro y colaborando en retrasar los procesos degenerativos que el paso de los años provoca inexorablemente en todo ser vivo.
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