28/2/14

LA REUMATITIS Y LA OZONOTERAPIA

Dentro de la amplia gama de enfermedades que pueden tratarse, con excelentes resultados, con la ozonoterapia, y de las cuales hemos hablado en diferentes oportunidades, también aparecen las enfermedades reumáticas.
Estas se caracterizan por la aparición de alteraciones o lesiones en los huesos, las articulaciones, los músculos o cualquier elemento del aparato locomotor.
Uno de los principales problemas de estas enfermedades reumáticas es que las mismas suelen ser afecciones generales del organismo, que generalmente nacen de una infección de curso crónico y progresivo, afectando al  mesénquima, al mismo tiempo que a los  tendones, cápsulas articulares, músculos, etc., ubicados, incluso, en órganos de importancia vital, como el corazón o el cerebro.

Las enfermedades reumáticas se dividen en dos grupos:

-Las primarias: Aquellas en las que el  agente no es conocido, comprendido por la  fiebre reumática y la artritis reumatoide, por ejemplo.

-Las secundarias: Aquellas de causas conocidas, compuestas por agentes infecciosos o tóxicos conocidos.

Para finalizar con esta introducción al conocimiento de las enfermedades reumáticas, es importante saber que las lesiones en los huesos, los músculos o las articulaciones, suelen ser muy frecuentas en las personas.
Se hacen presentes de dos maneras, una por intermedio de inflamaciones localizadas, en la que la misma se limita a una sola parte del cuerpo, como puede ser una articulación o un tendón. En cambio, la otra forma se hace presente de forma generalizada, como puede ser la artritis reumatoide.
Es destacable que una  inflamación puede convertirse en crónica y persistir a causa del movimiento continuo que realiza el cuerpo, además de la sobrecarga mecánica, o por reacciones inmunes, infecciones o depósitos de sustancias anormales.
En cuanto a la ozonoterapia en la reumatología, este tratamiento se utiliza en dicha patología por vía subcutánea, como sucede por ejemplo en la fibromialgía. Sin embargo, también puede ser aplicada en la forma intrarticular y general o endovenosa, formas de aplicación que se fundamentan en la autohemoterapia, de manera que se saca sangre del paciente al que se aplica ozono y se devuelve al torrente circulatorio del paciente en cuestión.
Por ejemplo, la ozonoterapia aplicada por vía endovenosa se suele utilizar en las artritis, ya que al tratarse de enfermedades autoinmunes, la oxigenación de la sangre combinada con otros tratamientos estándar da muy buenos resultados.
Mientras que el ozono utilizado por la vía intrarticular puede ser aplicado en caso de artrosis.
La importancia de la aplicación de la ozonoterapia en las enfermedades reumáticas se ve reflejada en el hecho de que más de un millón de mujeres sufren dolores de cuello, espalda, brazos y piernas, que impiden el desarrollo normal de su actividad profesional, social y familiar.

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