Una tonalidad sonrosada denota buena salud, mientras que un color verdoso o pálido sugiere enfermedad, es seguido con asombrosa precisión por muchas personas y que gracias al mismo son capaces de percibir rasgos de salud aún sin comprenderlos técnicamente.
El investigador principal, Ian Stephen, trabajó junto con el Laboratorio de Percepción de la universidad para determinar cómo los colores del rostro están asociados con una apariencia saludable.
Varias especies de monos utilizan la coloración rojiza en sus caras u otras partes del cuerpo para anunciar su estado de salud y atraer pareja. El equipo buscaba averiguar si en los humanos funcionan mecanismos similares.
Es común para mucha gente palidecer cuando se pone enferma. La nueva investigación va más allá y muestra que incluso las personas jóvenes y sanas pueden beneficiarse de tener las condiciones que van asociadas a una tonalidad sonrosada, y que básicamente son una mayor riqueza de sangre oxigenada.
El equipo midió primero cómo varía el color de la piel con la cantidad de sangre y la de oxígeno en la misma.
Estas mediciones fueron utilizadas en imágenes digitalizadas para permitir a los participantes del estudio cambiar la tonalidad de las caras en las fotografías para que tuvieran el aspecto más saludable posible. El equipo descubrió que, para todas las caras, los participantes hicieron cambios que implicaban una mayor presencia de oxígeno en la sangre.
Nuestra piel contiene muchos vasos sanguíneos diminutos que llevan la sangre cargada de oxígeno a las células de la piel, permitiéndoles “respirar”, y posibilitando que perdamos calor durante el ejercicio físico.
Las personas que están en buena forma física o poseen altos niveles de hormonas sexuales tienen más de estos vasos sanguíneos y se sonrojan más fácilmente que los individuos enfermos, los que no están en forma, los ancianos o los fumadores. Las personas que están en buena forma física también tienen más oxígeno en la sangre que las que no lo están o tienen enfermedades pulmonares o del corazón.
Todos los evaluadores opinaron que ese aspecto que implica una buena presencia de sangre rica en oxígeno da a las personas una apariencia más saludable que el aspecto asociado a niveles menores de sangre rica en oxígeno. Los investigadores están sorprendidos de que la gente pueda percibir esta diferencia sutil sin tener conocimientos médicos.
No se trata de que cuanto más roja sea la piel, mejor, ya que un exceso de tonalidad rojiza indica problemas de salud. Es el tono justo lo que resulta adecuado, y ese tono es el percibido por la gente como el que otorga una apariencia saludable.
En conclusión, muchas personas sin saberlo se valen de un criterio que consideran sólo estético para hacer una valoración acertada de varios rasgos importantes de la salud del individuo a quien miran.
No hay comentarios:
Publicar un comentario