El procedimiento consiste en la aplicación de ozono con pequeños pinchazos, mediante una aguja extremadamente delgada, sobre la zona del cuerpo donde se desea eliminar el exceso de grasa. Para hacerlo, la piel debe estar limpia y desinfectada. Un día después de la colocación del ozono, se programa otra sesión para realizar masajes linfáticos con el objetivo de estimular la eliminación de la grasa a través del organismo.
El número de sesiones de aplicación de ozono depende de cada caso, por esta razón se realiza un diagnóstico previo en el que se toman medidas corporales y el peso. De acuerdo con el sobrepeso, la grasa localizada o incluso el grado de celulitis se determinan las veces que se realizará la ozonoterapia.
Por lo general, las áreas más comunes donde se aplica el ozono para eliminar rollitos difíciles de reducir son: abdomen, regiones lumbares y cintura.
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