La ozonoterapia está todavía considerada como una medicina alternativa, si bien su uso se está extendiendo al tratamiento de muchas enfermedades por las propiedades que se atribuyen al ozono medicinal: mejorar la circulación sanguínea, favorecer los procesos metabólicos, su acción antiinflamatoria o su capacidad para destruir microorganismos.
Estas propiedades hacen que la ozonoterapia sea en la actualidad una técnica muy utilizada en el campo de la estética como tratamientos antioxidantes, revitalizantes y antiedad, entre otros. En este contexto, una de las aplicaciones más frecuentes de la ozonoterapia es en el tratamiento regenerador y revitalizante del cabello, de modo que se torne fuerte, brillante y sedoso.
Al tratarse de un gas, el ozono alcanza cualquier rincón del cuero cabelludo, es capaz de penetrar la piel sin dañarla. Por un lado, permite eliminar la grasa y la caspa, además de cualquier microorganismo, limpiando en profundidad el folículo piloso. Por otro parte, mejora la circulación sanguínea del cuero cabelludo y, como consecuencia, favorece la llegada de oxígeno y nutrientes al folículo.
Con este punto de partida, la ozonoterapia cumple una doble función en el tratamiento capilar:
-Preventiva: permite mantener el cabello sano y fuerte, evitando su caída. Además lo mantiene libre de grasa y sirve de barrera para las infecciones fúngicas.
-Regeneradora: recupera las cabelleras castigadas por la seborrea, las micosis y con caspa, limpiando a fondo el folículo piloso y favoreciendo que éste pueda recibir tan el oxígeno como los nutrientes que necesita para dar fuerza al cabello.
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