El ozono es una molécula polar de oxígeno triatómico (O3) considerado como el compuesto más oxidante, después del flúor (F), debido a su facilidad en captar electrones. Su elevado poder oxidante le permitirá reaccionar con facilidad con olefinas (9), mediante un proceso conocido como ozonólisis que conllevará la degradación de éstas y la formación de cetonas (R-CO-R´). También reacciona con óxidos de nitrógeno (NO y NO2) y de azufre (SO2), lo que determinará la formación de compuestos ácidos como el ácido nítrico (NO3H) y el ácido sulfúrico (SO4H2) y también será capaz de descomponer sustancias orgánicas tales como detergentes, fenoles, pesticidas, etc., y neutralizar sustancias como el amoniaco, los nitritos, la urea y los cianuros.
Una de las particularidades que presenta el ozono, a diferencia de otros compuestos oxidantes, radica en el hecho de que sus reacciones químicas con otras sustancias nunca darán lugar a nuevos subproductos debido a su reconversión a oxígeno molecular (O2).
Una de las particularidades que presenta el ozono, a diferencia de otros compuestos oxidantes, radica en el hecho de que sus reacciones químicas con otras sustancias nunca darán lugar a nuevos subproductos debido a su reconversión a oxígeno molecular (O2).
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