que tienen la sensación de crujido al extender la rodilla con dolor intenso a la movilidad, en especial al subir escaleras. La causa está relacionada con el uso excesivo, con traumatismos repetidos y/ o fuerzas anormales sobre la rodilla, especialmente el malalineamiento de la rótula.
Entre otros síntomas se encuentran la sensibilidad de la rodilla, dolor después de estar sentado por tiempo prolongado, o dolor que empeora al subir o bajar escaleras o levantarse de una silla con sensación de roce. También se producen bloqueos con incapacidad para extender la rodilla en especial al incorporarse.
Realmente se produce un reblandecimiento del cartílago de la rótula que llega a desprenderse del hueso donde descansa, y produce inflamación y dolor. Si el proceso continua a lo largo de los años puede llegar a formar úlceras articulares y generar en último término la temida artrosis.
La causa es desconocida y el tratamiento quirúrgico mediante artroscopia se muestra poco efectivo, pues la vuelta al punto de partida es la norma.
En los últimos 5 años se ha comenzado a administrar ozono dentro de la articulación a volúmenes de 10-15 cc de ozono y a 26 mgr/ml. Dichas infiltraciones se repiten al menos 8-10 veces, a razón de 1 por semana, generando una mejora del metabolismo del cartílago y posiblemente su anclaje al hueso que lo sujeta. Clínicamente el enfermo deja de sentir dolor y desaparece el derrame.
La mejora de la sintomatología clínica llega a ser de hasta el 80% de los casos infiltrados. No produce efectos secundarios conocidos hasta ahora.
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