La celulitis surge debido a desequilibrios en los tejidos conectivo y adiposo originados por predisposición genética y hormonal y se agrava por otros factores como la alimentación, el estrés, el insomnio y la vida sedentaria. Si bien se combate en unas ocasiones por razones estéticas, en otras se convierte en una enfermedad dolorosa e incapacitante.
La celulitis no es más que la acumulación de grasa en unas células específicas llamados adipocitos, que terminan dilatándose y provocando el aspecto de " piel de naranja ", se trata de una degeneración del tejido adiposo, determinada por la reducción de la micro-circulación en esa zona, lo que provoca un estancamiento sanguíneo a causa de la destrucción de los capilares.
En el mecanismo de producción de la celulitis se presentan dos fases: en la primera el enlentecimiento de la circulación que provoca que los vasos sanguíneos se hagan más permeables, produciendo fuga de líquidos y toxinas hacía el tejido y en la segunda fase las células grasas o adiposas aumentan de tamaño, comprimiendo los vasos sanguíneos y dificultando aún más la circulación.
En el tratamiento de la celulitis la ozonoterapia tiene una doble función mejorando la circulación y la inflamación. Rompe el doble enlace de los ácidos grasos insaturados que son hidrófobos (enemigos del agua) y los convierte en hidrófilos (amigos del agua) adquiriendo el carácter de solubles que facilita su eliminación.
Desde hace algunos años se ha venido aplicando la ozonoterapia en algunos países de Europa para combatir la celulitis localizada evitando así la intervención quirúrgica, la cual mejora en sólo 15 o 20 sesiones de ozonoterapía de aproximadamente 10 minutos de duración que se realizan una o dos veces por semana, inyectándose ozono con una aguja muy fina y a una profundidad de 3 milímetros, se efectua posteriormente un pequeño masaje para ayudar a que se esparza bien por la zona a tratar. No existen contraindicaciiones ni efectos secundarios.
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