Como venimos viendo en los diversos post, distintos estudios han demostrado que la ozonoterapia es muy efectiva para el tratamiento de muchas y diferentes enfermedades. Hernia de disco, artrosis, contracturas musculares, etc., la ozonoterapia ha estado entregando óptimos resultados en el tratamiento de estas y otras enfermedades.
Dentro de este gran grupo encontramos también a la Fibromialgia, otra de las patologías que pueden ser tratadas con el ozono.
La Fibromialgia es un síndrome que se ve caracterizado por fuertes dolores generalizados, musculares y cansancio, dificultad para dormir, rigidez por la mañana, dolores de cabeza, periodos menstruales dolorosos, sensación de hormigueo o adormecimiento en las manos y los pies, falta de memoria o dificultad para concentrarse.
Además, las personas con fibromialgia pueden tener puntos hipersensibles en el cuerpo, que pueden encontrarse el cuello, los hombros, la espalda, las caderas, los brazos y las piernas, lugares donde al presionarlos causan un fuerte dolor.
Las causas de la fibromialgía, al momento no están completamente confirmadas, aunque si existen ciertos factores que podrían estar relacionados con la enfermedad. Entre ellas se encuentran: Acontecimientos estresantes o traumáticos, como accidentes automovilísticos; Lesiones recurrentes; Malestares o dolencias; Ciertas enfermedades como artritis reumatoidea, lupus eritematoso sistémico o espondilitis anquilosante. También es cierto que esta enfermedad puede aparecer por sí sola.
Otra teoría es la que algunos científicos creen, en la que el origen podría ser genético.
Lo que sí es una realidad y tiene que ver con cuestiones estadísticas es que, por ejemplo, en Estados Unidos la enfermedad afecta a 5 millones de personas de 18 años de edad o mayores, de los cuales el 80% son mujeres, aunque también los hombres y niños pueden contraer dicha enfermedad.
Con los síntomas nombrados anteriormente y la disminución en la oxigenación de los músculos, el tratamiento habitual consiste en la reducción del estrés y cambios en las conductas de vida en las que se aplican diferentes medicamentos; un cambio en la dieta; un incremento de la actividad física, junto a ejercicios de relajación; fisioterapia y asistencia psicológica.
La ozonoterapia, por su parte, disminuye notablemente todos los síntomas dolorosos, que habitualmente impiden la realización de los trabajos físicos recomendados para la recuperación, ya que tiene un importante efecto analgésico. Además, el tratamiento con ozono logra mejorar el estado general de la persona, devolviéndole la vitalidad y energía, el buen estado de ánimo y restituyendo el sueño.
Dentro de este gran grupo encontramos también a la Fibromialgia, otra de las patologías que pueden ser tratadas con el ozono.
La Fibromialgia es un síndrome que se ve caracterizado por fuertes dolores generalizados, musculares y cansancio, dificultad para dormir, rigidez por la mañana, dolores de cabeza, periodos menstruales dolorosos, sensación de hormigueo o adormecimiento en las manos y los pies, falta de memoria o dificultad para concentrarse.
Además, las personas con fibromialgia pueden tener puntos hipersensibles en el cuerpo, que pueden encontrarse el cuello, los hombros, la espalda, las caderas, los brazos y las piernas, lugares donde al presionarlos causan un fuerte dolor.
Las causas de la fibromialgía, al momento no están completamente confirmadas, aunque si existen ciertos factores que podrían estar relacionados con la enfermedad. Entre ellas se encuentran: Acontecimientos estresantes o traumáticos, como accidentes automovilísticos; Lesiones recurrentes; Malestares o dolencias; Ciertas enfermedades como artritis reumatoidea, lupus eritematoso sistémico o espondilitis anquilosante. También es cierto que esta enfermedad puede aparecer por sí sola.
Otra teoría es la que algunos científicos creen, en la que el origen podría ser genético.
Lo que sí es una realidad y tiene que ver con cuestiones estadísticas es que, por ejemplo, en Estados Unidos la enfermedad afecta a 5 millones de personas de 18 años de edad o mayores, de los cuales el 80% son mujeres, aunque también los hombres y niños pueden contraer dicha enfermedad.
Con los síntomas nombrados anteriormente y la disminución en la oxigenación de los músculos, el tratamiento habitual consiste en la reducción del estrés y cambios en las conductas de vida en las que se aplican diferentes medicamentos; un cambio en la dieta; un incremento de la actividad física, junto a ejercicios de relajación; fisioterapia y asistencia psicológica.
La ozonoterapia, por su parte, disminuye notablemente todos los síntomas dolorosos, que habitualmente impiden la realización de los trabajos físicos recomendados para la recuperación, ya que tiene un importante efecto analgésico. Además, el tratamiento con ozono logra mejorar el estado general de la persona, devolviéndole la vitalidad y energía, el buen estado de ánimo y restituyendo el sueño.
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