11/4/13

LA OZONOTERAPIA Y LAS SECUELAS DE LA POLIO

La poliomielitis es una grave enfermedad ocasionada por uno de los tres virus de la polio que afecta el sistema nervioso y que entre otras secuelas puede dejar una parálisis irreversible generalmente en las piernas. Desde el año 2002 se considera erradicada de Europa.
En los años 60 hubo una importante epidemia de poliomielitis en España que afectó a miles de niños que ahora llegada la cincuentena sufren diferentes secuelas de esta patologia.
Se sabe que décadas después de la infección por polio algunos de estos pacientes desarrollan lo que se conoce como síndrome post-polio caracterizado por debilidad muscular progresiva, fatiga, alteraciones del sueño, baja tolerancia al frío, etc.
Pero lo que si que es evidente es que casi todos y con la edad desarrollaran artralgias (dolores articulares) y artromialgias (dolores musculares). De hecho, muchos pacientes presentan dolores muy invalidantes en las articulaciones sometidas a sobreesfuerzos importantes. Por ejemplo, la persona que tiene una afectación grave de una pierna y que tras diversas intervenciones quirúrgicas y usos de tutores y aparatos ortopédicos ha sometido a la otra pierna a una importante sobrecarga, provocará a la larga un desgaste de esta articulación, en este caso la de la rodilla, en forma de artrosis precoz. Esta artrosis tiene peores consecuencias en una persona con secuelas de poliomielitis que en la población general porque supone una patología añadida y muy severa sobre la pierna que está haciendo de soporte y que permite la deambulación del paciente.
Las lumbalgias, dorsalgias y cervicalgias son también muy frecuentes en personas que han sufrido polio y están causadas tanto por alteraciones posturales, dismetrías (una pierna más larga que la otra) como por artrosis y discopatías.
La ozonoterapia intrarticular, gracias a su acción analgésica y antinflamatoria, obtiene buenos resultados en este grupo de pacientes. La disminución del dolor se establece desde las primeras sesiones de tratamiento, habiéndose establecido una media de 5 sesiones para obtener una mejoría significativa.
Los tratamientos se realizan de forma ambulatoria una vez por semana. Una ventaja importante de esta forma de terapia es que está exenta de efectos secundarios y complicaciones, pudiendo realizarse tantas veces como el médico lo considere oportuno.
En el caso de las lumbalgias las infiltraciones de ozono a nivel de la musculatura paravertebral pueden ser de gran ayuda en el control del dolor en estos pacientes, consiguiéndose una disminución de la toma de analgésicos y antiinflamatorios y una mejoría importante en su calidad de vida.

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